Que el 69,5% de las mujeres nos hablan en el momento que estamos comunicándonos con otra persona.
Que el 40% ubica/controla a sus parejas vía celular.
Cosas todas absolutamente inservibles, pero que nos arrancaban una sonrisa un Viernes por la noche. Y eso no es poco en este bendito país.
Recuerdo como si fuese hace 15 días, cuando un Sábado por la mañana, en un bar de Virrey del Pino, me contaste que estabas armando un programa de radio con un pibe, pedazo de pibe, y que no sabías si de deporte, de política o de boludeo entre amigos. Y estuvimos de acuerdo que sea el boludeo.
Porque siempre nos pedíamos opinión de lo que estábamos por hacer, el uno y el otro.
Cada Viernes, a las 22:45, me levantaba de la mesa porque “tenía radio” y me internaba en la PC de mi casa, abría el Messenger y estaba las 2 horas conectado. Realmente eso me ponía feliz, porque se te notaba contento y la alegría de un hermano se disfruta.
Hoy no se lo que daría para que vuelva a ser ese Sábado en Virrey del Pino, que La Verdulería, de la que luego sólo quedó La Calabaza, sea apenas un proyecto y que en el horizonte esté el programa número 1.
Pero eso, sabemos que es imposible.
En el programa 100, estabas en el Spa y me pediste que mande un mensaje.
Y Mandé este, desde mi casa, el 25 de Abril de 2008 a las 23:14:
“Felicitaciones por los cien programas, y muchas gracias por dejarme sentar a su mesa los últimos cien Viernes, como si fuera uno mas de la barra. Les mando un gran abrazo y les deseo que estos sean los primeros cien. (aunque uno tenga mal gusto por ser de River y el otro sea masoquista.......)”
Walter, el bostero de Devoto.
Hoy llegamos al programa 200, como desee en el mensaje, pero falta lo mejor.
La Calabaza es tu recuerdo, y mientras podamos, vamos a hacerte el aguante todos los Viernes, tratando de conservar un estilo, que sólo vos tenías.
Hoy, al igual que todos los que estamos en TU Calabaza, desde los que ponemos la voz hasta los que escuchan, revivimos cada Viernes tu recuerdo.
Se hermano que estás acá adentro y que estamos juntos.
Gaby, cada día que pasa te extraño como el primero.
Ya no se donde esconderme cuando una lagrima me viene a buscar.
